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Posté le: Ven Déc 13, 2013 12:49 am Sujet du message: peuterey outlet en ZapopanGUADALAJARA |
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Los mataperros también son impunes :: El Informador
Los asesinos seriales de perros son más impunes que el resto de los delincuentes de México.Compartir:Por: Vanesa RoblesLa escena del crimen son los jardines y calles de las colonias Lomas de Santa Anita, en Tlajomulco, y La Estancia, en ZapopanGUADALAJARA, JALISCO (03/NOV/2013).- Un perro enyerbado es un espectáculo siniestro muy parecido a la locura. Los perros enyerbados quieren huir de la muerte, pero sólo atinan a estrellarse contra lo que encuentran a su paso, mientras de sus hocicos sale una baba muy espesa y aullidos entrecortados. Desde septiembre de 2013 esta escena se ha repetido en las colonias Lomas de Santa Anita,[url=http://www.peuterey-outlet.net]peuterey outlet[/url], en Tlajomulco y La Estancia, en Zapopan. Los afectados sospechan que hay, por lo menos, un mataperros en cada barrio.Los asesinos seriales de perros son más impunes que el resto de los delincuentes de México, donde de por sí existe menos de 3% de posibilidades de que se investigue, resuelva, detenga al responsable y sentencie un delito. Eso lo aprendieron Catalina González y su hijo de diez años, habitantes de Lomas de Santa Anita. A mediados de septiembre de 2013 alguien mató a su perra, Lola. Pero el asesinato no fue lo más grave. Lo grave fue que el sicario se tomó la libertad de arrojar la pócima mortal al jardín interno de la vivienda de Catalina, donde juegan los perros y los niños. Los deudos lo saben porque encontraron restos de carne venenosa, que Lola no alcanzó a comerse. En el pedazo donde fue sepultado el cadáver de la perra no ha vuelto a haber pasto ni otra señal de vida.En los días siguientes Catalina tuvo una cátedra de política y sociedad mexicanas cuando intentó mostrar su inconformidad por la situación. Tras el envenenamiento de Lola, tocó todas las puertas de su calle, Paseo de la Colina Norte, para hablar del tema con los vecinos. Así se enteró de que durante los 15 días anteriores otros siete chuchos habían muerto por la misma causa. Entre ellos había un husky siberiano, un french poodle, un schnauzer y varios criollos. Algunos afectados aceptaron que sus perros se salían a la calle y vaciaban los intestinos en el jardín ajeno. También había una anciana que una tarde salió a pasear con sus dos mascotas atadas a dos correas y regresó nomás con las dos correas porque las mascotas fallecieron en el camino. Todos estaban muy consternados por la situación, pero habían preferido el silencio antes que la denuncia. Cuando Catalina le pidió a los afectados llamarle al presidente de la colonia para presionar acciones de prevención, nadie quiso. Entonces Catalina mandó imprimir una lona, pero el mismo presidente no le permitió colgarla, porque, dijo, la buena imagen del fraccionamiento es muy importante. El aviso fallido decía: “Alerta vecinos. Están envenenando a los perros y poniendo en riesgo a los niños. No se vale”.***Mal de muchos, los mataperros no son un producto exclusivo de la cultura mexicana. Basta que uno se coloque en un buscador de internet y ponga “Mataperros” para enterarse de que los hay en América, Europa y Asia: en Asturias y Salamanca, España; Tupungato y Tres Cerritos Argentina; en Janitzio, Michoacán....El 2 de octubre de 2009, por ejemplo, el Periódico de Guatemala tituló una noticia con un dilema: “Envenenar o no a los perros callejeros”. El texto refiere un conflicto democrático entre los pobladores de Panajachel, donde un sector prefiere darles pesticida y terminar con ellos, mientras otro promueve la castración, relata el reportero Alejandro de León con naturalidad.Los diarios de Uruguay informaron, a principios de octubre de 2012, de la muerte de unos 200 perros por comer alimentos envenenados en espacios públicos, patios y jardines de varias casas de la periferia de la ciudad de Paysandu.En agosto de 2013, un comerciante de carne de perro de la provincia central china de Hunan murió envenenado cuando se disparó, por accidente, un dardo que utilizaba para sacrificar los canes que luego comerían sus clientes.***En México casi ningún mataperros usa dardos. Aquí lo más común es la comida con vidrios molidos, los raticidas y los herbicidas, según se acuerda el jefe del departamento de Veterinaria de la Universidad de Guadalajara, Raúl Leonel de Cervantes, quien cree que en algunos casos, cuando un veterinario interviene, los perros pueden sobrevivir una enyerbada.El académico no conoce los casos de Lomas de Santa Anita y la Estancia. Todos los envenenamientos múltiples que él atendió ocurrieron en barrios pobres, con sobrepoblación de canes y un acomedido que decidió acabar el problema.Pero la colonia La Estancia no es pobre ni está sobrepoblada de perros callejeros. Ahí han muerto unos 20 perros en los últimos 15 días, según los mensajes que los dolientes han publicado en la página de Facebook de la Asociación Vecinal La Estancia.La colonia “continúa la alerta por el envenenamiento de perros en las calles Bethoveen, Millet, Toreros, Velázquez, Shuman, Shubert, Comerciantes, Asesores. Ya tenemos reportes cerca del parque Metropolitano (...) Si te ha sucedido este lamentable hecho comunícate con nosotoros para registrar tu caso en el conteo, ya que lamentablemente tenemos 20 casos registrados (sin contar los del parque Metropolitano)”.En La Estancia los vecinos sí se han organizado. Ya recogieron 200 firmas para detener al asesino.Pero, ¿será que los mataperros reaccionan ante las firmas? Tal vez, al contrario, se sirven un café y se acomodan en un sillón de la sala para ver tras las cortinas cómo su última víctima intenta escaparse de la muerte, pero sólo atina a chocar contra todo, mientras aúlla y se retuerce del dolor.SABER MÁSQué hacerLos perros envenenados actúan parecido a los rabiosos. Es importante no intentar consolarlos, pues están desesperados y pueden agredir.En muchos casos un veterinario puede hacerse cargo del tratamiento y la posible cura de una mascota que ha comido veneno.Para conocer si un perro ha sido envenenado y con qué, es necesario realizar una necropsia. El Departamento de Veterinaria de la Universidad de Guadalajara puede hacerlas a precios accesibles y comenzar una investigación bajo la sospecha de un envenenamiento masivo.Si sospecha que su perro fue envenenado debe llevar el cadáver, cuanto antes, a que le practiquen la necropsia.El Departamento de Veterinaria de la Universidad de Guadalajara trabaja de lunes a viernes de 7:00 a 18:00 horas. El teléfono directo es el 3682 0665.
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